Viajar por ciudad, ciclismo urbano y cicloturismo
Hasta no hace mucho, era bastante raro ver a alguien con traje y corbata, vestido para ir en bicicleta al trabajo. Son muchas las personas que cada vez toman la decisión de ir al trabajo con la bicicleta. Hay varias razones para ello, como la cuestión puramente económica, deportivas, por salud, o simplemente para disfrutar de la cada vez mayor red de carriles bici que hay en las ciudades.
Ciclismo urbano para ir al trabajo
No es que el fenómeno de ir al trabajo en bici sea exclusivo de las ciudades, pero no es menos cierto que es en ellas donde la circulación en bici supone una gran ventaja respecto al resto de vehículos. Las razones son bastante obvias:
- Trazados más cortos y/o con menos tiempos muertos debido su capacidad de sortear o gestionar el tráfico.
- Facilidad para aparcar: lo ideal es una bici desmontable que podemos meter en una funda que dejaremos a buen recaudo en nuestra zona o puesto de trabajo. En cada caso particular habrá que estudiar la solución más idónea, generalmente una farola, un árbol o un aparcamiento específico para motos y bicicletas.
- Vías en parques y/o jardines que nos proveen de atajos frente al recorrido de los vehículos a motos.
- Mayor capacidad de maniobra. Poco merece comentar en este punto; por donde no entre una bicicleta será bastante complicado pueda hacerlo cualquier otro otro vehículo.
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Hay algo que todos sabemos, y es que para ciertas distancias cortas y para ciertos sitios, la bici es mucho más rápida que el coche o el transporte público. Se ha comprobado que en una ciudad tipo, para desplazamientos de unos 5 Km o menos, se llega antes al destino.
Con la bicicleta podemos llegar directamente desde el punto de origen al de destino, mientras que en coche necesitamos buscar aparcamiento y el autobús o el metro raramente tienen la parada justo al lugar de trabajo.
La vieja bicicleta es capaz por sí misma de ofrecernos placerse simples, ver nuestra población desde otro punto de vista, experimentar la visión de ver el mundo de otra manera mucho más inmediata y cercana. Sin embargo antes de tomar la decisión de ir al trabajo en bicicleta, hay algunos factores que deberemos valorar a la hora de plantearnos nuestro proyecto como nuevo «urban-biker».
Por otro lado es importante valorar las grandes ventajas de usar la bicicleta:
- Podrás descubrir o rescatar rincones olvidados de tu ciudad.
- Tendrás una perspectiva muy diferente de la ciudad como modo de vida.
- Volver a sentir el simple placer de pasear en bicicleta. Parece mentira pero las pequeñas cosas de la vida no las valoramos en su justa medida. La vida es en sí todo un regalo, así que encontrar pequeños momentos para enriquecer nuestra existencia y añadir vida a los años, es todo un regalo de los dioses.
- Se acabó el gimnasio. Tu medio de transporte es a la vez un deporte y un modo de hacer ejercicio extraordinario. Ya nunca más tendrás que ir al gimnasio para mantenerte en forma. Ahora podrás tener mucho más tiempo para hacer otras cosas más importante que hacer ejercicio «ala fuerza», como por ejemplo estar con tu familia.
Razones y excusas para no usar la bici
Existen muchas ciudades a lo largo del mundo perteneciente a la civilización occidental que emplean la bicicleta profusamente. Sin embargo, en las ciudades donde se da este fenómeno no son siempre los mejores sitios para practicarlo si nos atenemos a la teoría.
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Muchas son las excusas esgrimidas por los amantes del coche para no ir en bicicleta; es curioso, pero en ocasiones son las mismas para ir como para no ir. Definitivamente las mayores limitaciones están en nuestra cabeza y no en la bicicleta o la ciudad.
Si ya estás buscando escusas para no tomar tu bici ya voy a darte algunas de las más socorridas por parte de los usuarios que han tomado la decisión de no ir en bicicleta por la simple razón de que:
Hace demasiado calor: Ciudades súper calurosa donde las haya, Sevilla es la ciudad española donde más se practica el uso de la bici como medio de transporte urbano. Es muy cierto que con temperaturas extremas hay que tomar algunas precauciones con la bicicleta, pero ya te digo que ir en bicicleta en un entorno muy caluroso es más fresco que ir andando.
Hace demasiado frío: Es curioso, pero las dos siguientes ciudades en el ranking de redes urbanas para bicicletas son San Sebastión y Vitoria, ciudades del norte de España que no se caracterizan precisamente por climas templados. Para evitar pasar frío, la clave está en un cortavientos para ciclistas, una prenda muy fina que se puede guardar muy fácilmente cuando lleguemos a nuestro destino.
Está lloviendo siempre: la ciudad europea donde más extendido está el ciclismo urbano es Amsterdam. La capital holandesa tiene 18 días de lluvia al mes de promedio, que son unos 216 días de lluvia al año.
Curiosamente el mes de agosto es el más lluvioso, y en una misma jornada puede granizar, llover, salir el sol y nevar. La opción cómoda (coche particular) nos costaría en el centro de la ciudad algo así como 4,40 euros por hora y un ticket diario puede rondar de 26,40 a 39,40 euros, según la zona.
Debemos ser conscientes, todo el mundo no puede hacer uso de la bicicleta por diversos factores, los cuales no son el objeto del presente artículo. Para el resto, estos tres ejemplos son una evidencia de que el cuando se quiere hacer algo se hace, mientras que cuando no queremos hacerlo, ponemos todas las excusas posibles.
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Por si no se te ocurre alunas más, yo te puedo ayudar en el listado de las más socorridas: hace viento, hay demasiado tráfico, no hay tráfico y me aburro, la bici que tengo es muy mala, no estoy bien equipado, mis amigos van todos en coche, no tengo ganas, me siento cansado, llego sudado y acalorado, me encuentro en baja forma, es demasiado duro… etc, etc, etc.
Todas son excusas para tomar la bici y salir de zona de confort, principal problema real por el cual todos ponemos excusa para no hacerlo.
¿Cómo ir en bicicleta al trabajo?
Para ir en bicicleta al trabajo tenemos que hacer algunas pequeñas transformaciones a nivel personal y en nuestra montura.
Estos son algunos de los consejos que te propongo para ir en bicicleta al trabajo.
La transformación de ciclista a trabajador
Primero que nada hay que puntualizar que se trata de un estereotipo muy generalizado, pero que no hace honor a la verdad. Ni todos los ciclistas van vestido con maillot y culote, ni todos los que van al trabajo en bicicleta usarán chaqueta y corbata en sus puestos de trabajo.
Por supuesto que todo lo dicho es perfectamente aplicable para las féminas. En el caso de «la transoformación» femenina tal vez tengo algo más de complicado por la sofisticación que viene ligada al sexo, pero… no debe servir de excusa.
«Las excusas es aquello que esgrimimos cuando no tenemos ganas de hacer algo e intentamos convencer al prójimo, y lo peor, engañarnos a nosotros mismos».
Antes de plantearnos ir al trabajo en bici, debemos hacer una lista para crear un esquema sobre los pasos y los obstáculos que nos vamos a encontrar.
Cada trabajador tendrá unas condiciones y unas peculiaridades típicas de su trabajo, pero de lo que no hay la menor duda es que con la debida planificación y con las medidas oportunas, casi todas las circunstancias son salvable.
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La ropa y accesorios de la bici y el trabajo
Lo más recomendable es utilizar una ropa para la bici y otra para el trabajo. Sin embargo dependiendo del sitio, de la climatología y del puesto de trabajo, hay algunas prendas que podremos usar para ambas actividades.
Una de ellas puede ser los zapatos o zapatillas. En todo caso es importante tener una taquilla o habitación para el aseo y el cambio de vestimenta. También es importante que la bici tenga lugares donde llevar objetos, o incluso llevar una mochila por el propio ciclista.
Sobre los tipos de bicicleta más adecuada te hablaré más adelante.
La planificación empieza en casa. Es allí donde deberemos llevar todo minuciosamente preparado de tal forma que no se nos quede nada pendiente ni tampoco que tengamos que llevar artilugios innecesarios. Para ello, una lista escrita a mano o impresa, será de mucho utilidad para que no se nos olvide nada.
La cantidad de variables es ingente, así que para proponer un ejemplo, haremos el de un chico que vive a una 1/2 hora de su lugar de trabajo, usa una bici urbana y viste con chaqueta y corbata. Creo que si solucionamos este situación se podrá extrapolar fácilmente a otras situaciones. Lamentablemente no soy mujer, así que no entiendo mucho sobre los asuntos relacionados con la belleza femenina, muy importante socialmente hablando, todo sea dicho.
Prendas y accesorios para la bicicleta (ida al trabajo):
Primero que nada la prenda más importante de todas: el casco.
Millot, camiseta, camiseta interior, chaqueta, chaqueta cortavientos o chaqueta de chándal para la parte de arriba.
Para la parte de abajo podemos empezar con un culote de ciclista (corto o largo según tiempo), un pantalón de chandal, pantoles elásticos de cualquier tipo, pantalón de traje para casos muy particulares. Para evitar el uso de culote, podemos usar un asiento «cómodo» o bien un asiento más racing con una funda con inserciones de gel. Con esto haremos que el asiento se asemeje lo más posible a un buen sofá.
Para calzado podemos optar por unas zapatillas de deporte convencionales, zapatillas de ciclismo treking, zapatillas de ciclismo con calas de MTB (y los correspondientes pedales en la bici), o bien los mismo zapatos que los usados en el trabajo. Optar por una opción u otra tiene sus ventajas e inconvenientes que deberás valorar convenientemente en tu caso particular.
Si vives en una zona de cierto frío, deberemos plantearnos el uso de ropa interior. Las hay especiales para ciclismo que ocupan muy poco y tienen una capacidad de abrigo sobresaliente.
Prendas y accesorios para la bicicleta (vuelta del trabajo):
Si vamos a usar la misma ropa que en la ida, es importante que una vez quitada la dejemos en un lugar donde podamos ventilarla. En caso de usar ropa interior, aconsejo usar prendas diferentes en cualquier caso. Sin embargo es tu tarea valorar qué te conviene más. Todo depende de las preferencias y peculiaridades de cada físico y de cada gusto y/o costumbre.
Si llevamos prendas nuevas para la ida, sobra decir que deberíamos haberlas separado convenientemente. Podemos llevarlas en otra alforja, valija o bolsa de deporte, o bien en la misma bolsa separada por compartimiento, o bien en bolsas de plástico independiente.
Y al llegar a casa la recompensa: una buena ducha y prepara convenientemente el paquete para el próximo día.
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Prendas y accesorios para la bicicleta (dentro del trabajo):
Una vez llegamos al trabajo con la bicicleta, puede ser que alguna de las prendas que llevamos nos puedan servir para el puesto de trabajo. La mayoría de las veces puede que no sea aí, así qeu lo ideal sería que en el propio trabajo tengamos un lugar adecuado para tener la ropa limpia (en algunos casos con recambios incluídos para posibles incidencias no previstas).
Puede que necesitemos una ducha antes de cambiarnos. Probablemente en el lugar de trabajo haya un lugar habilitado para los trabajadores que pueda cumplir esa función, o bien un simple lavabo un pequeño surtido de tohallitas y jabón para lavarnos como así lo suelen hacer los gatos, a trozos y como dios ilumine.
Si no tienes ninguna de esas opciones, puedes optar por utilizar los servicios de ducha de algún gimnasio o clug deportivo cercano al lugar de trabajo. Aquí se impone el sentido común y la propia imaginación sobre todo lo demás.
Si estás pensando que suena complicado, todo depende del sentido que le demos y del enfoque de nuestra mente. En la vida casi cualquier cosa complicada se puede repetir el suficiente número de veces hasta que se haga fácil y rutinaria.
La otra opción menos «complicada» es usar el coche, el estres, poner el reloj 1,5 horas antes de la hora de entrada al trabajo, buscar aparcamiento o en su caso, pagar la plaza del aparcamiento, el autobús, el metro, tragarse los semáforos, estar todo el día empotronado en una silla (incluídas las 8 horas enfrente de la computadora), el sobrepeso, colesterol, triglicéridos, las tallas de la ropa que se nos quedan estrechas, la falta de vitalidad… ¡creo que no necesito alargar la lista, porque ya todos sabemos el otro lado de la moneda!
«Sarna con gusto no pica»; tuya es la decisión.
La distancia del recorrido y cómo atajarlo
En la ciudad las distancias en bici se miden con una vara de medir bastante diferente a la utilizada con los vehículos a motor. Se trata de una metáfora para dejar claro la gran relación que existe entre tiempo y distancia.
Como bien decía Einstein, ambos son relativos, y en ciudad o cualquier otro trazado realizado en bicicleta, las distancias y el tiempo empleado en trazarlas puede se muy distinto a las que se realizan con un vehículo a moto, especialmente si se trata del automóvil, un modelo de desplazamiento en ciudad que ya ha alcanzado el grado de saturación para convertirse en una auténtica plaga manifestada en forma de ruido, contaminación, aglomeración, acaparación, y no nos olvidemos, una gran fuente de ingresos para los ayuntamientos. La multa por aparcamiento indebido es la estrella estelar de todas las multas que se ponen en España.
Nuestra velocidad en bicicleta suele ser menor que la del tráfico rodado, pero no es menos cierto que las dificultades que la vía presenta al resto del tráfico, convierta a la bicicleta en ocasiones, en un serio competidor, tanto en calidad del transporte, como en tiempo ahorrado en cubrir el trayecto.
¿Por qué mejor calidad de transporte? Muy simple… las bicicletas no hacen ruido, no contaminan, no saturan las calzadas con colas interminables, no tienen dificultad en el aparcamiento, y no nos enervan, muy al contrario nos ofrecen una vía de escape al posible estrés de nuestro puesto de trabajo. Y seamos serios… ¿quién de nosotros no se estresa en el puesto de trabajo?
Supuestamente de eso trata la idea, ¿no es cierto? Buscamos ganar en calidad y cantidad respecto a nuestra capacidad de transporte a lo largo de nuestro recorrido para ir al trabajo.
La circulación en ciudad y las vías famosas para bicis
Normalmente los carriles para bicis suelen llevar un trayecto paralelo al del resto de la circulación rodada. Sin embargo hay algunas peculiaridades que lo diferencian claramente.
Peculiaridades que debe presentar un carril bici.
- Presencia de señales verticales y horizontales
- Cruce con otras vías
- Vías de paseo
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1. La presencia de semáforos e indicaciones verticales y horizontales
En partes del recorrido compartiremos «obstáculos de la circulación», como semáforos, señales verticales y horizontales con el resto de usuarios de la circulación rodada a motor. Sin embargo en ciertos tramos de algunas ciudades, los carriles para bici pueden discurrir por trazados totalmente diferentes al resto del tráfico, lo que en diversas ocasiones redunda en una gran ventaja de tiempo y espacio. Hablaremos más sobre ello en el tercer punto.
2. Cruces o intersecciones con otras vías
A lo largo del trazado de un recorrido típico, también nos encontraremos con otros usuarios que no pertenecen a la circulación rodada a motor. Será frecuente que nos encontremos a personas andando (especialmente en pasos de cebra y pasos en intersecciones o cruces). También podemos encontrar a patinadores, personas paseando a su bebé, paseadores de mascotas, y todo un largo batiburrillo de usuarios de… «la acera».
Es muy cierto que la acera está para todos los nombrados, pero también es cierto que el fenómeno del caril bici es algo relativamente nuevo en las ciudades. Sencillamente somos muchos los usuarios que no sabemos ubicarnos exactamente en nuestro sitio cuando ponemos pie a tierra.
Todos reclamamos el espacio del carril bici para sí, pero es muy cierto que en el día a día veo que los ciclistas son uno más de los muchos tipos de «unidades de transporte» que nos aglutinamos y encontramos en este tipo de carriles habilitados para la máquina más perfecta y eficiente jamás inventada: la bicicleta.
A lo largo de las señales que son comunes para ambos, deberemos respetar todo tipo de señales y normas de circulación, exactamente igual que el resto de vehículos a motor. El echo de que nuestro vehículo vaya propulsado por energía orgánica humana no nos exonera de su cumplimiento como si de cualquier otro vehículo se tratara.
Un dispositivo muy útil y económico para implementar en nuestras bicicletas es un buen y sonoro timbre. Seguramente te ahorrará muchos problemas y bastantes pérdidas de tiempo.
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3. Vías de paseo
Generalmente alejadas un poco del resto del tráfico rodado de la ciudad, suelen discurrir por zonas amplias de naturaleza un tanto alejadas del mundanal ruido. Todo un espectáculo para nuestros sentidos y todo un placer imposible de disfrutar a no ser que nos desplacemos de peatones. Sin embargo sólo con la bicicleta podemos ir como si volásemos a medio metro del suelo.
En mi opinión este tipo de vías deben ser más estrictas con el tipo de circulación rodada. Si se trata de un carril para bicis, son éstas y nada más que éstas las que deben circular por el mismo. Especialmente porque en vías despejadas con grandes posibilidades de alcanzar gran velocidad, no es extraño llegar a los 40 Km/h. El peligro de chocar con otro tipo de usuarios no ciclistas es mayor, y por tanto también debería ser mayo lo estricto de la norma.
En todas estas clases de vías hay señales específicas para las bicicletas, y por supuesto que deberemos de respetar aunque éstas estén pensadas para otro tipo de usuario.
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Todos ello hace que la distancia a salvar por nuestra bici para ir al trabajo ronde los 10 Km aproximados. No obstante es una cifra que se puede alargar o acortar en función del trazado específico, de nuestro tipo de bicicleta, nuestra forma física y las ganas que tengamos de pedalear.
Nos vemos en la cumbre. Buen Pedaleo.