Escuchando los mensaje de nuestro cuerpo
El entrenamiento y el ejercicio regular produce una serie de mejoras en nuestro organismo que hacen de nuestro cuerpo una máquina más eficiente y con mayor rendimiento energético.
Sin embargo nuestro cuerpo produce una serie de alarmas por las que nos avisa que deberemos disminuir el volumen o la intensidad de nuestros entreno.
En infinidad de ocasiones nuestro cuerpo nos da una serie de alarmas sobre los «Nueve avisos para no realizar ejercicio». En ocasiones la habilidad consiste en saber identificar esos avisos con el objeto de poner remedio a la situación.
Sin duda una gran habilidad a la hora de auto-chequear esas señales es conocernos a nosotros mismos. Revisa mi artículo sobre entrenamiento básico ciclista para comprender los principios básico de la preparación y el entrenamiento ciclista.
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Tomando un respiro
Cuando estamos enfermos
No hagas ejercicio físico si te encuentras enfermo. En ocasiones basta con un resfriado para tumbarnos y poner a todo nuestro cuerpo en jaque. Un entrenamiento intenso pone más presión sobre el sistema inmunitario y prolongar la enfermedad. Como resultado vamos a necesitar más tiempo para que nuestro cuerpo sane apropiadamente. Por otro lado, los síntomas de cualquier enfermedad va realizar que nuestras sesiones de entrenamiento tenga un componente desagradable e interferente con el propio entrenamiento.
Los ejercicios físicos estando enfermos son también una de las principales causas de otro tipo de lesiones. La concentración en estas condiciones es complicada, debido a la interferencia mental que producen la sintomatología. ¿No has visto alguna vez a alguien desmayarse mientras hacía una clase de de spinning, aerobic o step con una temperatura en la sala o lugar de entreno muy alta?
Sin el equipo adecuado
El deporte del ciclismo es una actividad atlética de gran demanda. Es importante tener la bicicleta, equipación y accesorios adecuadamente preparados. No es necesario comprar lo más caro para tener una buena equipación o bicicleta. En ocasiones el equipo adecuado a nuestras necesidades puede ser de gama media. Especialmente si acabamos de aficionarnos al noble deporte de la bicicleta.
No limitarse a seguir las modas sino dejarse asesorar por personas bien entendidas en la materia. El uso de un equipo inadecuado puede provocar lesiones e incomodidades. Usar una zapatillas de suela rígida (preferiblemente con calas para el tipo de pedales automáticos).
Comprar un buen culote con badana CoolMax y con relleno de silicona. Un maillot de Lycra con cremallera frontal y tres bolsillos posteriores será más que suficiente. No olvidar un buen casco y eventualmente unos guantes.
Si en tu caso has empezado la práctica ciclista en invierno, te recomiendo que leas mi artículo sobre ropa de ciclismo para frio extremo.
Una buena tienda de deportes tendrá personal bien capacitados que pueden ayudarle en la elección de todos los elementos necesarios para la práctica ciclista.
Tiempo de recuperación insuficiente
No tengo prisa en volver a su rutina normal de entrenamiento después de un tiempo de convalecencia. Comenzar el entrenamiento demasiado pronto es posible que lleve a una reaparición de los síntomas. Cuando decides volver al entrenamiento en la ruta, montaña o gimnasio, realizarlo de forma progresiva con el objeto de que nuestro organismo se vaya habituando poco a poco a la carga que suponen los entrenamientos.
Una aclimatación que dure unos siete días, podría ser un tiempo adecuado para que nuestro cuerpo vaya poco a poco aclimatándose al ejercicio normal de entrenamiento, para el caso de cualquier enfermedad benigna.
Ante una lesión
Cualquiera que sea la lesión, es importante que nos aseguremos que la lesión esté totalmente curada antes de volver a retomar los entrenamientos. Un ejemplo muy típico de esta situación es cuando estamos inmersos de un programa de entrenamiento y desgraciadamente nos lesionamos por una simple caída o cualquier otro tipo de patología leve.
En ocasiones las prisas por retomar los entrenamientos nos hace retomar la fase de carga con demasiada premura, no dando tiempo para que la cura de la lesión sea completa y total. Podríamos aplicar aquí el proverbio: «Vísteme despacio que tengo prisa».
Buscar el consejo profesional de un facultativo que nos asesore sobre los principios médicos a aplicar.
Cuando nos sentimos estresados
Hay ocasiones en las que no nos apetece ir al gimnasio o retomar los entrenamiento sobre la bicicleta debido a ciertas señales de aviso. Sin duda alguna podría tratarse de un sobre-entrenamiento. En estas ocasiones, el descanso debe formar parte del sistema de entrenamiento y nos deberemos tomar esos avisos muy en serio con el fin de proveer a nuestro cuerpo y mente del reparador descanso que va a producir un mayor rendimiento deportivo a largo plazo.
No debemos olvidar que la condición física integral incorpora el bienestar físico, mental y espiritual. A pesar de que los entrenamientos pueden darle que el estrés de levantamiento de alto nivel de endorfinas, a veces sólo necesitamos algo de relajación.
En caso de resaca
Si tenemos resaca o hemos dormido inapropiadamente la noche anterior, deberemos pensar muy bien si nuestro cuerpo está en condiciones de realizar un duro entrenamiento con nuestra bicicleta. El alcohol produce deshidratación, así que es una gran idea beber suficiente agua con el fin de rehidratar nuestro cuerpo. Pregúntate si no estás todavía bajo la su influencia. Al cuerpo le lleva aproximadamente una hora para procesar cada unidad de alcohol. Si tomamos cuatro pintas de cerbeza, al cuerpo le va a tomar unas 11 horas el eliminar totalmente todo vestigio de la misma.
Sé que mi audiencia no son personas con problemas alcohólicos, así que creo no es necesario redundar más profundamente sobre el perjuicio de la ingesta alcohólica y el rendimiento deportivo.. A veces tener el desayuno con una resaca es la última cosa que quieres hacer, pero si usted no ha tomado en suficiente combustible para hacer ejercicio, no lo hagas.
Nos vemos en la cumbre. Buen Pedaleo.